Los impuestos son un tema muy importante para los ciudadanos y por tanto para los políticos, y es que su uso puede ser una herramienta muy efectiva para cautivar a las masas. Estamos acostumbrados a ver en todas las campañas electorales promesas relacionadas con los impuestos. Normalmente se habla de bajar los impuestos, y en algunos casos se habla de subir los impuestos a los ricos y a las empresas.
Y aunque en los medios de comunicación se le da mucha repercusión a estas noticias, a veces desde una perspectiva errónea. La mayoría de los receptores de estos comunicados no son realmente conscientes de como se comporta el mercado ante subidas de impuestos, y esto es lo que os voy a tratar de explicar brevemente para que la próxima vez que salga el tema en una conversación podáis ayudar a la gente a entenderlo.
Cuando se sube un impuesto, en realidad no importa demasiado donde se suba, si se sube en el impuesto de sociedades (el que pagan las empresas por obtener beneficios) o si se sube el IVA. Lo que en realidad importa es la situación en el mercado de los bienes afectados por el impuesto.
Cuando se vende un bien en una cantidad y a un precio, es porque el oferente esta cumpliendo sus expectativas y obteniendo rentabilidad de ese negocio, y cuando un comprador compra un bien a un precio, es porque satisface una necesidad que el tiene, la cantidad en la que uno compra y el otro vende para que estén contentos es el equilibrio de mercado.
Bien, pues cuando se sube un impuesto el mercado lo asimila como una subida en los costes, es decir, como si costara la producción de los bienes afectados. Entonces si se trata de consumidores que tienen una necesidad imperativa de dicho bien, sería el ejemplo de la gasolina, si sube un impuesto que afecte a los combustibles, indudablemente este impuesto lo pagara únicamente los consumidores, ya que no pueden elegir.
Si en cambio se trata de consumidores que no necesitan dicho bien, y que dejarán de comprar si el precio sube, el impuesto será absorbido por las empresas, este sería el ejemplo de los teléfonos móviles, si sube un impuesto que afecte a los teléfonos móviles lo que pasará es que los teléfonos más caros se venderán menos, entonces las empresas reaccionarán y no subirán el precio de los teléfonos, sin embargo esto tiene consecuencias, la más directa es que al tener menos margen de rentabilidad, los oferentes decidirán fabricar menos teléfonos para que sus márgenes se mantengan.
Normalmente no ocurren los extremos de que el impuesto sea absorbido completamente por las empresas o por los usuarios. Por esta razón cuando oigáis que van a subir un impuesto, pero que no pasa nada porque será absorbido por las empresas, será vuestro momento para intervenir y poner el punto de conocimiento.
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